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Hace poco presentaste “ejercicios de suelo” en el centro de Artes Plásticas de Las Palmas de Gran Canaria, que es donde pude verlo yo. Una instalación sonora que nos muestra humo, huellas, hojas, pequeñas personitas, fragmentos de tierra..., ¿qué quieres contar con esta instalación?

No deseo contar nada más lo que se pueda manifestar de los resultados físicos del proyecto como manifestaciones que, desde luego, están abiertas a las lecturas. Explicar, eso sí, que el proyecto tiene su eje, más que en el mundo sonoro, en la experiencia sensible del paisaje. Son fragmentos significativos de hecho táctil y resonante del caminar breve. Son lo que yo llamo transectos andados, que no son más de cinco metros. En el suelo está lo telúrico, lo que brota e implosiona desde el sustrato. Muerte y renacer como ciclo natural bajo el sol. Un formato acotado, generalmente objetos que suenan, son focos para la instalación y fuentes físicas electroacústicas en una arquitectura específica.

 

Sonido, música, vídeo, performance, fotografía... ¿qué detona todo esto y cual de estas disciplinas conecta más y mejor con tu persona?, si es que hay alguna.

Mi mirada y sensibilidad es siempre pictórica, pues esa es mi formación y origen. El pintor empieza siempre de cero con el lienzo en blanco, y ahí es donde radica lo original. Un eterno presente y una falta de filtros en la improvisación es donde puede apreciarse de manera directa la persona. Es la falta de disciplina precisamente. La voz es el órgano creativo fundamental, así como el “ver” en la plástica son conclusiones sobre el fenómeno de la luz como conocimiento o consciencia.

 

Reconozco que me resultas un misterio, y siempre me he preguntado hasta que punto el personaje que veo en tu obra (sobretodo audiovisual), esta relacionado con tu persona en lo cotidiano.

La actitud más fluxus requiere de autenticidad. Lo que queda registrado es la interpretación de uno mismo, quizás más extraño pues no es cotidiano y tiene menos filtros. Es simple porque soy yo, lo difícil es el proceso para llegar ahí, romper las barreras y ganar las batallas frente a lo gregario y lo políticamente correcto.

 

El sonido esta a menudo en la base de lo que haces, y sobre él orbitan otras disciplinas, aunque curiosamente si no me equivoco eres licenciado en Bellas Artes, y probablemente en una época, donde el arte sonoro supongo que todavía no tenía la presencia que comienza a tener.

Aunque parezca mentira, el arte sonoro sigue siendo la excepción y non termina de ser entendido ni reconocido. Aunque soy doctor en Bellas Artes y profesor Titular en la universidad, el camino hacia el arte sonoro aparece por la investigación personal al margen de la oficialidad. Los descubrimientos vienen por el fracaso ante los proyectos idealistas, por afinar la cuerda por la que mejor resuenas. Imaginas un proyecto, buscas los medios, pero la deriva te enseña si estás atento: a saber, donde acabas, no es lo que habías soñado. Es crudo real y liberador.

 

Veo que no paras, siempre estás creando, ¿es una adicción, una necesidad?, ¿qué conceptos te mueven hacia lo que creas?

El arte es vida y la vida es arte, no hay diferencia. Las formas creativas son un camino de conocimiento, no un ejercicio de glamour y reconocimiento social. Lo que creo es lo que me mueve a mi, no al contrario.

 

¿Qué papel te gusta o sueles jugar cuando participas de entornos exclusivamente musicales?

En la improvisación interpretas tu momento frente los momentos a los momentos de los compañeros. Para mi no hay un entorno exclusivamente musical. Me interesa la investigación, lo no previsible, y el desarrollo.

 



Te veo muy ligado a la naturaleza, los paisajes, lo exterior, ¿cómo conectas con ellos desde una perspectiva artística?

Como te explicaba anteriormente, la experiencia sensible del paisaje es el denominador común. Y la interpretación plástica es la obsesión constante. Hay un factor en la constante intención de hacer permanente lo efímero. Pero cada lenguaje tiene su mundo y sus leyes, su tecnología y sus defectos y afectos como médium. Básicamente soy un ruidista, y me atrapan las sintonías y contrastes entre los elementos de cada formato, ya sea visual o sonoro. Los lugares con mezcla ecléctica y extraña. Allá donde puede explorar y descubrir desde el extrañamiento, para poder ir de cacería de sonidos, imágenes, y materiales.

 

Ponte en la piel del espectador, observa tu obra desde fuera, ¿qué ves, percibes, sientes?

Es lo que hago constantemente, aunque es fundamental no hacer ninguna concesión al público. El autor tiene que entrar y salir de su obra constantemente para no ser absorbido y poder analizar con suficiencia. Pero la obra es la que te dirige, no la visión externa. Ahora bien, ¿qué es lo que siento? No tengo ni idea, ¿liberación? ¿cosismo? ¿extrañamiento?... no me explico en qué momento se me ocurrió eso, cuando empezó ni cómo acabó así. A veces puedes percibir algo de belleza inacabada, entonces está bien, aunque parezca algo onanista.

 

La última pregunta suele ser la auto-pregunta free, la no pregunta, o un momento para vomitar lo que quieras.

Es más hermoso el silencio.